lunes, 11 de marzo de 2013

“¿QUÉ TE GUSTA MÁS...?”




Hace unos días, durante un examen de formulación inorgánica con alumnos de 1º de bachillerato, ocurrió lo que con mucho gusto os voy a contar: 


Se acerca una alumna a la mesa donde yo estaba sentada y me hace el siguiente comentario:

.- “Fanny, en esta fórmula la valencia del boro me sale 3, pero yo creo que es dos”.
.- “¿Estás segura de cómo has realizado el cálculo?”
.- “Sí, pero yo creo que la valencia es dos”.
.- “Bueno, pues decide de qué te fías: de lo que crees o de lo que compruebas”.


La alumna se sentó en su sitio y continuó haciendo el examen. 









Pero yo me quedé muy anonadada, nadie se dio cuenta de mi sorpresa. Las cejas se debían ver pegaditas al nacimiento del cabello de tan abiertos tenía los ojos.

No pude resistir y le pregunte a la alumna, en voz alta y para todos:

.- “¿A quién prefieres a Harry Potter o a House?”


¿Adivina alguien la respuesta?, yo sí la adivine: no tardó ni dos segundos en responder:

.- “A Harry Potter”


Llevo ya tiempo leyendo sobre la enseñanza propedéutica de las ciencias o la alfabetización científica. Y reconozco que ambas son importantes en la formación del alumnado, de hecho creo que en los primeros cursos de la ESO, la educación para formar ciudadanos responsables, capaces de decidir por sí mismos, de discernir aquello que conviene a la sociedad, debería ser preferente, dándoles opción de conocer la ramas del saber, informándoles y ayudándoles a decidir a qué quieren dedicarse en los años siguientes. 

Pero una vez decidido el alumno por la opción, y si ésta es la científica, la formación propedéutica toma importancia. Es más, la formación científica deberá conllevar la formación del alumno en los entresijos del trabajo científico, por lo que la situación que os he contado antes cobra, al menos para mi, una importancia fundamental.

Hemos de ser capaces de conseguir que nuestros alumnos disciernan entre posibilidad y consecuencia. Deben aprender a confiar en sí mismos y sobre todo deben aprender a confiar en las herramientas de la ciencia, sabiendo comprenderlas y utilizarlas y tratando los resultados que de ellas se derive con confianza, raciocinio, objetividad,... Deben aprender a contrastar, a promocionar, a divulgar y sobre todo deben aprender a ser honestos.




Y para concluir, sí, cuando corregí los exámenes, la alumna tenía ... el ejercicio.