sábado, 13 de octubre de 2012

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS (3)


... Y llegados a este punto, he de decir que una de las personas de las que más aprendo es el autor de esto:


http://fisicacf.blogspot.com.es/2012/07/que-distancia-puede-superman-patear-un.html


No sé en cuantos años lo conseguiré pero llegará el día en que los alumnos de física de 2º de bachillerato que aprendan conmigo serán capaces de hacerlo.

Saludos
Fanny

domingo, 7 de octubre de 2012

RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS (parte 2)


...

Es duro darte cuenta de que en realidad tus alumnos no aprenden lo que pretendes enseñarles. Pero lejos del desánimo, la profesión exige tenacidad y la vocación la proporciona. Así que allí me tienes, con mis chicos en la clase de 4º de ESO dispuesta a demostrar que el razonamiento y los principios fundamentales de la ciencia nos llevarán a la resolución de cualquier problema (resoluble claro).

Es una suerte que a esas edades aun no son todos lo suficientemente autónomos como para dudar de lo que un profesor dice en clase, así que, más o menos se consigue el objetivo.  Pero de nuevo y vuelvo a no saber el motivo, en el siguiente curso vuelven a dudar. Y volvemos a las mismas preguntas, pero ya con otro matiz porque ya se saben más mayores y se cargan de razones, más aun cuando las notas no acompañan, porque la culpa ya se sabe siempre de quien es.

La cuestión es, al fin y al cabo, algo por lo que yo también pasé: si tienes los datos buscas la fórmula que más se adecue y si además incluye la incógnita del problema y la solución es inmediata mejor que mejor.



Pero los alumnos aun han de aprender y estamos en ello ¿no? El problema viene cuando además los maestros y profesores están por la labor, la de dar las cosas hechas,... Y es que es difícil desprenderse de lo que uno ha aprendido a lo largo de los años y me duele decirlo, pero no recuerdo haber aprendido (¿intentó alguien enseñarme?) a resolver problemas, pero de verdad, hasta que me matriculé en la universidad y más tarde en los cursos de didáctica de las ciencias.

Y de nuevo, luchadora incauta por naturaleza, me lanzo de cabeza a argumentar y claro, convencer al profesorado de cómo se resuelve un problema:

“- ¡¡¡¡que los datos no son importantes, que da igual si hay 50 caramelos o 100, lo que importa es la operación matemática!!!!
-  ”...pero poner los datos les (los alumnos) ayuda.
-  ¿a qué?
-  A saber que tienen que hacer, a ser ordenados,...
-  ¿seguro? ¿no tendrían que hacer lo mismo si hubiesen distintas cantidades en los datos?”




Y se prolongan las discusiones, cada cual atrincherado en su lado del campo de batalla...

Y cuando por fin creo que veo la luz del sol a través del clamor y del fuego,...por partes… Llega un día un experto en Didáctica. Sesión de trabajo: metodologías y en la pantalla un listado de métodos de trabajo en el aula, preguntamos y se nos explican. Y allí en un rincón, RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS,  mi gran oportunidad, levanto el brazo y pregunto por ese método... y cual es mi sorpresa cuando la respuesta que recibo es: “consiste en resolver problemas, como los de toda la vida...”