Llevo
yo una guerra, porque la situación ya ha pasado de la simple batalla, con la
cuestión de cómo resolver problemas de física, química, matemáticas,... porque
no hay peor comentario por parte de un alumno que el de “haz un problema tipo y
así sabremos como se hace...”, o sí, porque también está esa pregunta típica de
“¿hay que poner teoría?” o la de “¿qué teoría ponemos?¿pero si no hay nada de
teoría?”, o la que me suelen hacer (no se si porque ya han oído algún
comentario sobre mi) “¿ponemos los datos?”
Pero
vayamos por partes; ¿donde han aprendido los alumnos que la física son solo
problemas? ¿y que las mates no sirven? o ¿que para calcular cantidades de
sustancia en una reacción química se ha de pasar por moles? porque cuando
llegan a 4º de ESO esas son las preguntas típicas con las que me encuentro...
Recuerdo
hace un par de años, como madre responsable me siento con mi hijo a hacer los
deberes,...matemáticas. ¡Atención problema! “En un bote hay 50 caramelos, si le doy 20 a mi amiga ¿cuántos caramelos
quedan en el bote?” problema típico de 2º curso de primaria. En el libro de
fichas a continuación del enunciado y de la hermosísima ilustración encuentro lo siguiente:
“¿Cuántos caramelos hay en el bote? En el
bote hay ___________ caramelos.
¿Cuántos caramelos le doy a mi amiga? Doy
__________ caramelos a mi amiga.
¿Cuántos caramelos me quedan en el bote? En
el bote me quedan ________ caramelos.”
Y
allí nos tienes a mi hijo y a mi,
- “dime cariño ¿qué operación tienes que
hacer?,
- que no mamá que hay que ponerlo en los
huecos,...
- bueno
si, pero para calcular los caramelos que quedan tienes que hacer una operación:
sumar, restar,...
- ¡¡¡¡que nooooooo!!!!, que solo hay que poner
los números en los huecos.
- bueno, vale, bien, ... pon los números en
los huecos...”
...y
mi hijo pone correctamente en el hueco correspondiente 50 y 20. Y llega el
momento:
- ¿Qué pongo aquí?
- No se cielo, si tienes 50 caramelos y das
20, ¿cuántos te quedan?
- ¿70?
Llegados
a este punto, yo sigo pacientemente haciendo la pregunta del millón:
- ¿qué operación harías para calcular los
caramelos que te quedan?
- ¡sumar!...:)
- a ver...piénsalo otra vez, ¿tienes más o
menos caramelos después de darle algunos a tu amiga? (omito
intencionadamente el 20)
Y
la única opción que le queda es la resta, respuesta que da finalmente y muy
satisfecho coloca un hermoso 30 en el hueco correspondiente.
Y
yo me quedo descolocada, pensando qué es lo que realmente ha aprendido mi hijo,...Y
tras mucho pensar ya se lo que ha aprendido: ¡¡¡la cara que pongo cuando la
respuesta es incorrecta!!!
…y
la que pongo cuando es correcta, pero ni de lejos ha aprendido a razonar por
qué un problema se soluciona con una resta o con una suma. ¿Es eso lo que los
alumnos aprenden?, ¿a interpretar el lenguaje no verbal (a veces traducido en
negativos por dar la respuesta incorrecta) de sus profesores en clase?, ¡vaya!
y yo que pensaba que ayudaba a aprender física...